Todos conocemos la historia que nos han contado sobre la costumbre detrás de los Reyes Magos. Pero ¿qué dice la historia? ¿Hay otros datos que desconocemos sobre esta tradición que llena de ilusión a los más pequeños y los más mayores? Te descubrimos 6 cosas que no sabes de los reyes magos.
En España, asistir a la cabalgata de los Reyes Magos es un momento único que saca a la luz la inocencia y la diversión que durante el resto del año permanece dormida. No importa la edad. Recoger caramelos, estar con la familia, visitar a los pajes… La víspera del Día de Reyes es emocionante. Pero, ¿sabías que Los Reyes Magos esconden algunos secretos?
No es posible concluir el número de Reyes Magos. De hecho, ¡existen versiones que estiman entre doce y sesenta reyes! La única frase que podemos leer en la Biblia acerca de estos reyes sugiere que unos sabios llevaron tres presentes al Jesús recién nacido. Fue a partir de esta idea que terminó estableciéndose que fueron tres los reyes que se dirigieron a Jerusalén.
Sin embargo, creemos que es mejor que los reyes continúen siendo tres, de lo contrario ¡tendríamos que dejar demasiadas galletas y vasos de leche en la noche de reyes!
«¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle».
No solo no eran tres, sino que tampoco eran reyes. ¡Las referencias lo dejan claro! En realidad, las traducciones sugieren la llegada de unos sabios de Oriente, pero también de unos magos. No obstante, estos magos no tenían la capacidad de hacer hechizos, tal y como lo entendemos en la actualidad, sino que poseían gran poder y conocimientos científicos, en especial astronómicos y astrológicos. Se cree, incluso, que estos sabios podían pertenecer a una casta sacerdotal de mucha influencia, perteneciente a Persia o Babilonia.
Pero, entonces, ¿por qué pasaron a ser conocidos como reyes? ¡Sencillo! En las profecías del Antiguo Testamento se habla de la llegada de un Mesías al que incluso los reyes adorarán; fueron estos vaticinios los que hicieron que los magos o sabios fueran conocidos como reyes. Además, como la magia y la religión nunca hicieron buenas migas, este sobrenombre propició una imagen más benévola de estos hombres, devotos de Jesús.
En cierto modo, los Reyes Magos de Oriente entregaron al pequeño Jesús algo más que un sencillo presente: cada uno de los regalos simbolizaba una cualidad del recién nacido. De este modo, el oro representaba al Rey de Reyes, el incienso no era sino la expresión de su naturaleza divina, y la mirra, resina que se usaba para ungir a los fallecidos, el símbolo de la mortalidad de Jesús.
Aunque generalmente asociamos el oro, el incienso y la mirra con Melchor, Gaspar y Baltasar —en ese orden—, lo cierto es que fue Baltasar quien entregó el oro como símbolo espiritual de riqueza y poder y como reconocimiento de su cualidad de soberano. De este modo, Gaspar obsequió al Mesías con incienso y Melchor con la mirra.
Cuenta la leyenda que los Reyes Magos de Oriente vieron una estrella moverse ante ellos y que esta los condujo cuando alcanzó el lugar donde había nacido el niño Jesús. Con gran alegría, los Reyes Magos se detuvieron y entraron a la casa, donde encontraron a María y a su pequeño.
Son muchas las teorías que se plantean para conocer qué tipo de evento fue la Estrella de Belén, aunque ninguna coincide con suficiente exactitud con el nacimiento de Jesús. ¡Qué curioso! No obstante, la astrología fue un pilar fundamental durante la época, estrechamente relacionada con la religión. Por esta razón, y debido a la cualidad de científicos y estudiosos de los Reyes Magos, se cree que la Estrella de Belén pudo ser un fenómeno astronómico con gran valor para los sabios de Oriente.
La primera explicación que se dio a este suceso fue una triple conjunción entre Júpiter y Saturno, es decir, un acercamiento entre estos dos planetas. Sin embargo, este hecho, muy poco frecuente en el cielo, parece no haber recibido la suficiente importancia para los observadores de la época, pues los planetas no se acercaron lo suficiente como para llamar la atención de los estudiosos.
Otra explicación corresponde a la estrella Alfa Centauri, la cuarta estrella más brillante del firmamento y la más próxima al Sol. Esta estrella, visible entonces desde Jerusalén, permanecía junto a Beta Centauri. A medianoche, ambas apuntaban hacia la Cruz del Sur, cerca del horizonte, de modo que si una persona viaja desde Jerusalén hacia Belén, esta irá hacia el sur y podrá observar este conjunto de estrellas frente a él.
También podemos encontrar la teoría de la nova, un evento astronómico registrado por astrólogos chinos y coreanos en el año 5 a.C. Sin embargo, hasta el momento no han podido encontrarse rastros de este acontecimiento, a veces identificado como un cometa.
Una de las últimas explicaciones conocidas narra que los Reyes Magos pudieron tener en cuenta la suma de estos eventos astronómicos en la constelación de Piscis, señal del nacimiento de Jesús.
A caballo, camello y elefante
Aunque la imagen de los Reyes Magos montando a camello es bastante fija en nuestra cabeza, la historia cuenta que cada uno de estos sabios llegó a Belén sobre un animal diferente, debido a la distinta procedencia de cada uno de ellos.
De este modo, como el origen de Baltasar parece ser africano, este Rey Mago llegaría sentado sobre un elefante. Gaspar, en su lugar, suele representarse como un hombre blanco con barba, de mediana edad, que llega montado sobre un camello y se lo ubica en el Medio Oriente desértico, a diferencia de Melchor, cuya procedencia parece ser asiática o europea y se le asocia con un caballo.
A decir verdad, algunos belenes napolitanos no representan a los Reyes Magos en camello, sino a caballo, a camello y sobre un elefante. De este modo, además, se simbolizan los tres hijos de Noé que repoblaron la Tierra tras el diluvio universal.
Tal vez te sorprenda saber que la leyenda puede acariciarse con los dedos a modo de relicario. ¿Dónde? En Colonia, Alemania.
La historia de los restos de los Reyes Magos se remonta a la Edad Media, concretamente al año 300, cuando la emperatriz Elena, madre de Constantino El Grande, comenzó con sus labores de arqueóloga y logró hacerse con los huesos de estos sabios. Entonces ordenó su traslado a Constantinopla, donde permanecieron 300 años hasta que en el siglo IX el Clero de Milán los desplazó a Italia. No fue hasta tres siglos después cuando Barbarroja saqueó Milán y llevó los restos a Colonia, Alemania. Fue allí donde se envolvieron los huesos en seda y se introdujeron en el actual relicario de oro de los Reyes Magos. Con el tiempo, la leyenda adquirió tal relevancia que decidió construirse una catedral tan majestuosa como los reyes. ¡La construcción duró nada más y nada menos que 632 años!
La historia de los Reyes Magos es apasionante. En realidad, resulta sorprendente que estos sabios aún nos acompañen y que su llegada logre provocar una sonrisa de ilusión a los más pequeños. Pero, ¿y si además, al llegar a España, tuvieran algo importante que decirle a tu peque? ¡Escuchar su nombre de parte de Sus Majestades lo dejará sin palabras! Los Reyes Magos no solo pueden aparecer en la cabalgata, sino que también pueden encontrar un hueco para mandarle un mensaje especial a tu hijo o hija. ¡Seguro que te emocionas con su entusiasmo!
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